lunes, 25 de marzo de 2013

This is the life.



Y sí, me he caído tantas veces que ya me sangran las rodillas, pero tengo por consuelo que siempre hay alguien que me ayuda a levantarme. Que por más que grite hay veces que el mundo no me oye, que por más que quiera crecer soy más pequeña que nunca.
Porque los malos senderos también hay que vivirlos. Porque siempre hay un recuerdo por el cual, tu corazón se parte en dos. Que cada tres 'te quiero' que te dijeron solo uno fue sincero. Que, aunque hoy veas el mundo colo gris, recuerda que el gris también es un color. Que pases una mala racha no significa que tu vida no salga la pena. Hay veces que te levantas con ganas de comerte el mundo y otras que parece que el mundo te come a ti, unas veces te sientes guapa y otras no quieres que nadie te vea. Siempre hay una causa para cada acción. Y que la vida son dos días, vívelos al máximo, nunca te arrepientas de algo que te haya hecho feliz, arrepiéntete de algo que hiciste, no de algo no llegaste a hacer. Sonríe, ya que nadie lo hará por ti y sueña, que es lo único gratis en esta vida. Ante todo, muéstrate fuerte, cueste lo que te cueste. 


25 de Marzo del 2013.


¿Sabes qué, mamá? Que hoy me miro al espejo y veo tu cara reflejada. Puede que no seamos uña y carne pero somos carne y hueso. Puede que te grite, pero en el fondo sabes que te quiero, quiero hacerte saber que en mi vida, solo ha existido una madre y a mí me vale. Porque no habrá nadie que me quiera como tú, ninguna. Vales más de lo que nadie sabe y ni por todo el oro del mundo te querría cambiar. Al fin y al cabo, a mi lado, en todos los momentos de mi vida, solo has estado tú y eso no lo paga ninguna moneda. Quisiera volver al pasado, para recordarte todos los días en que tú estabas triste que yo estaba ahí, para abrazarte y decirte un cálido y sincero ‘te quiero mamá’. Quiero volver al pasado, aunque solo sea para hacerte caso en lo que me decías y no caer en las piedras del camino. Quisiera volver al pasado, para estar a tu lado en tus malos momentos y no dejar que llorases. Quisiera volver al pasado, para ser mejor y conseguir que sonrieras todos los días. Porque a pesar de que solo eras una, en cierta parte de mi vida, fuiste madre y padre y decidiste por ti sola.Quisiera devolverte todas las cosas que has hecho por mí y en todas y cada una de ellas recordarte que no las hago por cumplir, simplemente, por puro placer. En cada noche fría, tú estuviste a mi lado, a mi vera, hasta que calmase y durmiera. Cuantas veces me habrás cogido en tus brazos y te habré hecho sonreír por tan solo verme. Hoy quiero hacer lo mismo, que sonrías gracias a mí. Hoy quiero demostrarte lo mucho que te aprecio, hoy y todos los días de mi vida, hasta que el destino nos separe pero, aunque este lo haga, seguiremos juntas. Quisiera darte las gracias, gracias por todo, por todas y cada una de las cosas que has hecho y que has dejado de hacer, por todos y cada uno de los caprichos que te he pedido y tú me has dado, por todos los abrazos dados en los peores momentos y todas las risas creadas en momentos pocos oportunos pero, eran necesarias. Por ti, hoy quiero gritarle al mundo que tengo la suerte de tenerte en mi vida, para lo bueno y para lo malo, sé que tú estas ahí; para lo que venga, siempre juntas. El mundo no sabe el pedazo de pan que eres, quiero mostrárselo y que se den cuenta de lo grande que puedes llegar a ser. Con una sonrisa tuya, alegras toda mi vida. Porque cada vez que sonríes sé que todo va bien y me siento más tranquila. Quisiera borrar de mi mente todos tus malos momentos y, si no se puede, al menos sustituirlos por otros mejores. Quiero borrar de tu mente todo lo que la vida te ha golpeado, quiero borrar las perdidas, los llantos, las peleas trágicas e incluso los dolores que aún siguen en vida. No hay nada que duela más que ver a una madre llorar. No hay nada más trágico que ver como una madre muere en vida. Me has dicho muchas veces que no sé lo que es no tener a una madre, tengo la suerte de no saberlo. Sé que echas de menos a la tuya y lo cambiaría todo con tal de que estuviese aquí y ahora, aunque solo fuera por un segundo, para que la vieras y sonrieras, porque no hay nada más gratificante para mí que verte sonreír. A veces me gustaría ser como tú, solo por el simple hecho de poder levantarme todos los días y saber que cada día que pasa soy más fuerte. Puede que no te demuestre todos los días lo mucho que me importas, pero, ese tipo de cosas no me atrevo a decírtelas a la cara, porque me da sentimiento. Cuando hablo de ti, sea para bien o para mal, sea para contar tu vida o sea para contar tus regañinas, me da sentimiento, no sé porque es, pero es la verdad. Todo el mundo me lo dice. Cuando hablo de ti, me sale un brillo solo en la mirada, la gente se sorprende al ver lo mucho que una persona puede querer a otra y se sorprende más aun cuando ve que el amor entre ellas es de madre a hija y de hija a madre. Quizá no lo he hecho todo bien como hija, pero quisiera marcar la diferencia y poder decir con total soltura que un día conseguí llevar tu apellido con honor. Es cierto lo que dicen, que madre solo hay una. Yo siempre digo que la mía es la mejor, y, no miento. Como mi madre no hay ninguna. Eres directa y dices las cosas a la cara, sin andarte con rodeos. Aprendes de los fallos y siempre te intentas corregir, ante todo una cabeza bien alta y un saludo cordial a todos. Lo que más me gusta de ti, es que eres una de las pocas personas que me ha demostrado que ante todo se debe luchar, eres una gran luchadora. Has combatido contra algo que muchos perdieron la vida en el intento y día a día, sigues luchando. 
Por todos y cada uno de los días que nos quedan por vivir, digamos que será un para siempre.